Estos días nos hemos indignado con la noticia de que Pablo Echenique no tenía dado de alta a su asistente personal y todo el mundo se ha rasgado las vestiduras por la situación denunciada. Por eso, aprovechando esta situación, desde UGT-PV queremos recordar que esta realidad es la que la viven en nuestro país miles de personas trabajadoras que atienden a personas en situación de dependencia o que se dedican a las tareas del hogar familiar y que en muchos casos están en la misma situación.
La crisis de cuidados que vive nuestro país ha sido asumida por las familias de la mejor manera posible, pues todos conocemos en nuestro entorno cercano a familias que contratan a personas para cuidar de nuestros mayores o para realizar las tareas del hogar y no tienen contrato de trabajo, no están dados de alta en la Seguridad Social y por lo tanto no tienen ningún derecho a la protección social.
Según los datos de Eurostat, en el año 2015, el trabajo doméstico en España, representaba el 28,1% del total del trabajo doméstico en toda la Unión Europea y el 3,4% del total de empleos en España. Esta relación es inversamente proporcional al volumen del empleo en actividades de servicios sociales sin alojamiento y asistencia en establecimientos residenciales.
La conclusión es que, en España, la carencia de cobertura de las necesidades a través de servicios sociales y establecimientos residenciales se solventa con trabajo doméstico, en contraposición a lo que sucede en otros países. Por eso, resulta llamativo que sorprenda tanto la noticia sobre el asistente personal de Pablo Echenique, cuestión que evidentemente no está bien, pero que no sorprenda y no nos sonroje la falta de cobertura en materia de servicios sociales que sufre nuestro país, para que situaciones como esa no se produzcan.
La Ley de la Dependencia reconocía el derecho subjetivo a que cualquier persona que se encontrará en situación de dependencia fuera atendido, y eran las comunidades autónomas las que debían llevarla adelante en los territorios. Todos conocemos la situación del País Valenciano en materia de dependencia, desoladora. Por eso, menos indignarnos por la noticia, y más interés por poner recursos económicos en materia de servicios sociales para que las personas en situación de dependencia puedan ser atendidas correctamente y que los trabajadores y trabajadoras tengan salarios y condiciones de trabajo dignas para que en definitiva, la excusa que pone Echenique -«hay gente que no está en una buena situación y que tiene que tomar decisiones muy difíciles»- no sea la justificación para no valorar el trabajo de los cuidados y que sea considera un empleo con todas las condiciones implícitas.
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